miércoles, 24 de agosto de 2011

La lana es la lana....

Escribe el Papulito.



El que fuera secretario de Estado en el periodo del generalísimo Eisenhower solía decir: “Los Estados Unidos no tienen amigos: tienen intereses”. Y cuan cierta es esa frase. Dicen los panistas: somos muy morales. Vivimos de la Moral. Lo oculto es que viven de la moral pero se alimentan de los amorales. Es decir, de aquellos que tienen lana a montones y les urge lavarla a como dé lugar. Nos damos cuenta de que por ello, nacen nuevas empresas prosperas y progresivas pero no se sabe de donde obtuvieron la lana para crearlas. El dinero va y viene. El que lo tiene, no importa de dónde lo haya obtenido, siempre será un personaje, moral o amoral, eso vale gorro.


Un día estaba en una sala de exhibición de una agencia de autos admirando los nuevos modelos. En eso se me acerca una vendedora y me empieza a explicar las bondades de las nuevas unidades, que mire aquí esta esto, que tiene bluetooth, que tiene manejo libre, que las velocidades están en el volante, etc. etc. Y ahí estaba embelesado y abobado con tanta novedad de estos vehículos. Y en eso, que la vendedora se voltea y mira a un probable “cliente” y me dice: ahí lo dejo. Sin más, se fue a atender a un guarachudo, de esos que usan los zapatos del monte, y a mí me dejo paneleando. El dinero, díjeme.


Híjole, dijeme. Pos que va a pasar?




Dice una mujer, es que los de la lana están en todos lados. Los vez aquí los vez allá. Si vas a la iglesia y hay una boda, si es de “esas” llenan de flores de adornos innecesarios o exagerados el lugar para cobrar dólares. O recibir más propina. Si vas a un restauran y te toca que llega un cliente de “esos” pues te expones a quedarte sin mesera o mesero, según sea el caso.


En todos lados los ves. Circulan como Pedro por su casa. Y campañas van y campañas vienen para eliminar a los que han hecho de la criminalidad un modus vivendi. Pero no, nada de eso ha pasado. Hace mucho tiempo vi una película, se llamaba “Cabaret” y contaba la historia de cómo habían ido penetrando en la sociedad los nazistas, fachistoides criminales de casi o más de 6 millones de judíos. La historia ya la han de saber ustedes, como al final, se tuvieron que unir todos los países para derrotar al criminal nazista. Pero la cosa no acabo ahí. La repartición de los territorios y de la economía mundial tomo un nuevo rumbo, pero ese es tema de otra onda.


Acá me estoy refiriendo a los mal habidos que han crecido hasta penetrar en la sociedad de los morales y convertirla en una sociedad de amorales.


Por que se han desenvuelto en todo tipo de negocio, han adquirido bienes en todos o en muchos, creo que hasta en escuelas, y no se diga si ya están incursionando en la política con buenos resultados. Al menos han comprado a muchos políticos amorales. Y oímos todos los días que campañas van, que leyes nuevas se imponen, que la criminalidad ha crecido de una manera que no se concebía antes del panismo. Quien tiene la culpa? Los priistas o los panistas? Creo que no es cuestión de partidos, aun cuando éstos estén agarrados del chongo.


Es en general el hambre.


La distribución de la lana y de la riqueza que ha sido tan inequitativa. Tan desigual. Las oportunidades brotan todos los días, y quienes son débiles de carácter se involucran en actividades ilícitas con tal de ganar más lana. Ahí vemos como hasta las azafatas o azafatos trafican con cocaína llevándola a España creyendo que nos los van a descubrir. Y vemos como algunos o algunas piensan que no los van a descubrir al cruzar la frontera con Nogales y llevan droga en sus pertenencias. Con tal de ganar más. De obtener una lana que les permita salir de pobres. Pobres diablos, dijeme.


La cosa no es sencilla, es más bien bastante complicada. Porque cómo librar la batalla en contra del dinero si a todos nos falta?


A nadie le sobra, o solo a los que tienen demás. He sabido que los dólares corren por todos lados y se esconden en casas que aparentan ser de buena nota. Como llegar a una solución en este país, donde día a día se están escapando todos los valores, porque los que prevalecen son los del dinero?. No habrá ya remedio?. Como en la película Cabaret, habrá que esperar que alguien venga de fueras o afuera para ayudarnos a combatir este mal?. Si usted tiene una solución, que no sea la de enfrentarnos a balazos, hágamela saber. Porque la cosa esta canija. Cabrona, pues. (sm)